Proyectando nuestra Bandera Nacional desde el Monumento a los Héroes de la Restauración y en sus escalinatas principales, celebramos, junto a cada uno de los dominicanos y dominicanas el 180 aniversario de un legado de libertad, sacrificio y entrega por amor a una patria libre e independiente.
El símbolo de la Ciudad Corazón luce los colores patrios desde la víspera de la Independencia Nacional y permanecerá así hasta el 28 de febrero.
La iluminación del Monumento ha sido posible con el apoyo de la Dirección General de Museos y BM Eventos en la instalación y la colocación de las gelatinas que reproducen los colores patrios que nos identifican como dominicanos.
¡¡Que vivan nuestros héroes y heroínas!!, ¡¡Que viva nuestra República Dominicana!!
Este 27 de febrero la exposición permanente que se muestra en el interior estará abierta la público desde las 10:00 a.m. hasta las 6:00 p.m.
Monumento a los Héroes de la Restauración proyectando nuestra Bandera Nacional.
Celebremos nuestra historia
La independencia dominicana se proclamó el 27 de febrero de 1844, cuando el prócer Ramón Matías Mella dispara el trabuco tras lo cual la población se lanzó a las calles al grito de ¡Viva la República Dominicana!
Gracias a estos jóvenes hombres y mujeres que lucharon con entrega y coraje y que, en 1838, junto a Juan Pablo Duarte, Serra y un grupo de amigos formaron la Sociedad Secreta La Trinitaria, hoy podemos reconocernos libres.
Los miembros fundadores de La Trinitaria fueron: Duarte (25 años), Serra (19), Juan Isidro Pérez (29), Pedro Alejandro Pina (17), Benito González (27), Félix María Ruiz (23), Jacinto de la Concha (19), Juan Nepomuceno Ravelo (25) y Felipe Alfau (20).
Cada miembro fundador tenía un pseudónimo y un color asignado para proteger su identidad, Duarte era “Arístides” y su color el azul; Benito González era “Leonidas”; Alfau era “Simón” y Ravelo “Temístocles”. Cada uno debía buscar a dos más los cuales sólo lo conocían a él, para que en caso de traición sólo dos corrieran peligro y no todos los conjurados. Además, tenían un alfabeto y clave de toques para comunicarse.
Se integraron, también, Francisco del Rosario Sánchez (21 años) y Ramón Matías Mella (22), Vicente Celestino Duarte (36), Fray José Antonio Bonilla, Pedro Pablo Bonilla, Tomás de la Concha, Félix María del Monte, José María Imbert, Antonio Duvergé, entre muchos otros.
Se fundó, de igual forma, en 1840, La Filantrópica, una sociedad de aparente carácter cultural que funcionaba bajo el lema “Paz, unión y amistad”. Hacían reuniones públicas en el hogar de Pedro Alejandro Pina, a manera de veladas literarias.
Luego, fundaron la sociedad La Dramática, que presentaba obras seleccionadas por Duarte y que habían sido traídas de Europa. La primera fue “Roma libre” y se presentó en una casa particular con el permiso que era exigido por las autoridades haitianas.
A pesar de las persecuciones y los desafíos a los que tuvieron que enfrentarse los libertadores, muchos no pudieron ver cumplir los propósitos por los cuales se entregaron en cuerpo y alma, como nuestro Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, quien muriera exiliado en Venezuela, hoy podemos mostrar, orgullosos los colores rojo, azul y blanco, desde el símbolo más alto y significativo, con júbilo, nuestra dominicanidad.