El Monumento a los Héroes de la Restauración, durante todo el mes de agosto ha estado iluminado con los colores de la bandera dominicana, en conmemoración del 161 aniversario de la conmemoración de la Guerra de la Restauración y 17 años del Monumento como museo histórico-cultural, abierto al público.
La Guerra de la Restauración
El 16 de agosto de 1863, Santiago Rodríguez, junto a un puñado de patriotas, izó en Capotillo la bandera nacional, marcando así la formalización de la guerra restauradora.
En esa gran epopeya se destacaron además Benito Monción, Lucas Evangelista de Peña, José Cabrera, Pedro Antonio Pimentel, Gaspar Polanco, Antonio Salcedo, Belisario y Ricardo Curiel, Máximo Grullón, Federico de Jesús García, Benigno Filomeno de Rojas, Gregorio Luperón, y otros.
¡Sabías qué!
La Guerra de la unidad
Por primera vez en nuestra historia hubo una unidad en todas las clases sociales para luchar por el ideal de patria libre y soberana, y por el cambio de la estructura política significada por el dominio de los hateros latifundistas, representantes del conservadurismo o del viejo orden social.
Así participaron a esa gran epopeya liberadora, peones agrícolas, artesanos, pequeños y medianos comerciantes y la clase media revolucionaria, cuyos representantes eran los intelectuales liberales. Según Archambault los participantes de Santiago de febrero de 1863 se reunión en el taller de sastrería de Ramón Almonte, y los que fueron fusilados junto al poeta Eugenio Perdomo fueron Carlos de Lora, comandante de la guardia civil de la independencia, Vidal Pichardo, rentista y comandante del ejército libertador; Pedo Ignacio Espaillat, maestro carpintero y Ambrosio de la Cruz, zapatero muy humilde y soldado de mucho valor.
Por amor a la patria y a la libertad
Los dominicanos de hoy se imaginan a los hombres de la Restauración vestidos con uniformes como los que años después, cuando se hallaban en posición de los más altos, usaban Luperón y Ulises Heureaux, o con los trajes que vestían los altos pequeños burgueses de Santiago, pero lo cierto era que los jefes y los soldados de la epopeya Restauradora vestían de otra manera, tal como lo dice Pedro Francisco Bonó en su descripción del Cantón de Bermejo: “No había casi nadie vestido. Harapos eran los vestidos; camisa de mujer por toda vestimenta…, el corneta estaba desnudo de cintura para arriba. Todos estaban descalzaos y a pierna desnuda.
Un sacrificio por la libertad
La Guerra de la Restauración no fue una fiesta ni en ella podían tomar parte todos los hombres. Para hacerla se necesitaban condiciones nada comunes, porque había que enfrentar un medio físico hostil con muy escasos medios para dominarlos y porque se combatía contra soldados españoles cuyo valor ha sido proverbial desde hace siglos; y para formar un juicio correcto de cómo lo hizo el pueblo dominicano, con qué ímpetu y arrojo se lanzó a ella, diremos que empezó el 16 de agosto de 1863 y un año y menos de cinco meses después el 7 de enero 1865 -se presentaba en el parlamento español un proyecto de ley que ordenaba el abandono, por parte de las autoridades españolas, del territorio dominicano; lo que equivale a decir que en ese corto tiempo España quedó convencida de que no podía ganarle a nuestro pueblo la guerra Restauradora.
Sentido y valor de la Guerra de la Restauración
La Restauración fue un gran movimiento revolucionario que tuvo por objetivo primario y fundamental la Restauración de la República y la autodeterminación del pueblo dominicano. Hay que señalar:
- En sentido ideológico representó la continuidad de los ideales democráticos de Duarte y los trinitarios.
- Constituyó una resistencia colectiva a la imposición del orden colonial bajo la iniciativa y participación de algunos independentistas.
- Fue una guerra popular, civil, anticolonialista y nacional.
El Monumento a los Héroes de la Restauración: 17 años abierto al público como museo histórico-cultural
Se le rinde homenaje a los hombres y mujeres que, con su entrega y sacrificio, consolidaron la libertad y soberanía dominicana, a través de las estatuas de restauradores destacados en la parte exterior, un reconocimiento, representado por una mujer bravía y un hombre valiente, campesinos, en la parte exterior. El recinto de los civilistas por la destacada participación en esta importante gesta.
También a través de ocho instalaciones que exponen momentos excepcionales de nuestra historia: Primer levantamiento armado contra la Anexión a España; Sánchez y la Regeneración de la República, El Grito de Capotillo, La Batalla de Santiago, Primer Gobierno Restaurador en Armas, La Guerra de la Restauración, La Guerra de Guerrillas y Duarte ante Mella, ubicado en la parte interior, el Monumento es un referente importante para visitas escolares de todo el país, así como público en general, locales y extranjeros.
Fuentes consultadas:
- Anexión y Restauración de la República (ideas, mentalidades e instituciones), de Fernando Pérez Memén. Pág. 101.
- Anexión y Restauración de la República (ideas, mentalidades e instituciones), de Fernando Pérez Memén. Pág. 99.
- La Guerra de la Restauración, Juan Bosch; pág. 10.
- La Guerra de la Restauración, Juan Bosch; pág. 11.